El viernes 6 de marzo (2009) nos enteramos de que Don Julian había muerto. Al principio hubo mucha incredulidad por parte de los alumnos, pues éstos pensaron que se trataba de una absurda broma de mal gusto, pero con el paso de las horas todo el mundo fue dándose cuenta de lo que en realidad ocurría: Nuestro querido profesor se había ido, y esta vez era para siempre. La noticia cayó como si fuera una lluvia de cuchillas, las cuales nos hicieron innumerables heridas en lo más profundo del alma.
El día, que era un poco especial, ya que se celebraba el día de la mujer, se vió cubierto de una densa capa de amargura, impotencia, tristeza, y sobre todo dolor, mucho dolor...
En ese fatídico día se pudieron ver muchísimas caras, cuyas expresiones se hayaban desgarradas por la pena de haber perdido a una persona tan maravillosa.
Don Julian fue un profesor envidiable, que sabía tratar con los alumnos, que explicaba su asignatura increíblemente bien, y que, sobretodo, apoyaba a los niños y los comprendía, no solo a los que daban clases, sino a los que formaban parte del centro.
Siempre tenía algunas palabras en los momentos más difíciles, y siempre conseguía arrancar una sonrisa cuando ésta parecía enterrada en algún lugar inalcanzable.
En definitiva, se ha ido una persona que aún tenía muchos consejos que aportar, y muchas clases que impartir. Una persona buena, a la que aún no le tocaba abandonarnos...
Don Julian, tus enseñanzas nos han marcado de por vida. Nunca te podremos olvidar... has dejado 1 gran hueco en el instituto.
Siempre te echaremos de menos. Ojalá pudiéramos al menos haberte despedido como te merecías; ojalá hubiéramos podido decirte lo mucho que te queremos...
Sin más que transmitir, salvo lo difícil que se hace ahora el instituto, al recordar que nunca volverá a hacer sus bromas, ni a mandar sus copias, ni a dictar sus problemas...!!
me despido. Hasta siempre!!