miércoles, 27 de enero de 2010

Gran paso

A veces estás ahí, otras desapareces sin más. ¿Dónde estás, dulce y amarga adolescencia?
Hay días en los que despierto, y me siento como una niña dando sus primeros pasos.
Nervios, ternura, dudas, curiosidad, alegría, tesón...
Siento que me podría comer el mundo en sólo dos bocados.
Sin embargo, otros días me levanto sintiéndome como una anciana cansada ya de la vida.
Fatiga, amargura, tristeza, añoranza, desgana, desazón...
Me gustaría volver a cerrar los ojos, y dejar que pase el tiempo para no tener que enfrentarme a otro dia más.

Los problemas se hacen gigantes y eternos esos fatídicos días. Nada parece salir bien, y veo que el mundo entero se desmorona, dejándome a mí sin respiración.

Supongo que es eso el crecer; el darse cuenta de lo que es la vida. El madurar y aprender a afrontar las dificultades que van surgiendo en el sendero que tenemos que recorrer cada uno pero, a veces parece tan complicado, que me encantaría poder cerrar los ojos, y al volver a abrirlos ser una chiquilla de 6 años, que tiene tanto que aprender, tanto que disfrutar...

1 comentario:

Little Miss Sunshine dijo...

A veces una puede creer que será un mal día y que por tanto nada ha de salir bien.
Sin embargo, hay una lucecita en medio de tanta confusión... solo hay que aprender a encontrarla
Sigue escribiendo, un beso (: