Uno, dos, tres… Pasos hacia delante. De repente se ve un rayo de luz en medio de tanta oscuridad. La esperanza aflora. Parece que después de esa húmeda e interminable penumbra aguarda el consuelo del sol.
Tres, dos, uno… Pasos hacia atrás. Justo cuando vas a alcanzar el final de ese túnel, despiertas de la pesadilla, y te das cuenta de que eso únicamente era tu anhelo hecho visiones.
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