Cada anochecer te enciendes,
como llama que debora todo,
apoyando al desatendido,
escuchando al que se lamente.
Yo desde aquí te escribo,
pidiéndote frente a frente,
que alumbres mi camino,
para que siempre lo encuentre.
Haces soñar al risueño,
haces llorar al dolido,
haces feliz al enfermo,
haces de guía al perdido.
En conclusión meditada,
diría que eres amiga,
de todos cuantos te hablan,
de todos cuantos te miran.
1 comentario:
Me gustó mucho
este poema me ha puesto de buen humor!
Sigue escribiendo (: Gracias por seguirme!
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